La teoría de la seguridad usando el modelo del Queso Suizo es utilizada en la gestión de riesgos y también se aplica al paracaidismo. En ella, se propone el concepto ilustrado a través de varias lonchas superpuestas de queso suizo como si cada una fuera una capa de protección.
Si ocurre algún fallo en una capa de protección, la siguiente criará otra barrera de defensa que evitará un accidente.
Este modelo funciona para cualquier tipo de actividad y en el caso del paracaidismo también se aplica.
Un accidente solo podría ocurrir en el caso de que los diferentes agujeros de las capas del queso, que representan los errores y faltas, se alineasen permitiendo que la trayectoria del riesgo pasase por todas las capas.
Fíjate en alguna de las varias capas de protección que criamos para protegernos cuando saltamos:
- Equipos nuevos, modernos, seguros y con el mantenimiento al día.
- Buenas pistas de despegue y aterrizaje
- Equipos revisados cada 6 o 12 meses por riggers certificados
- Buenas escuelas con buenos métodos y procesos
- Buenos instructores
- Buenos entrenadores
- Uso de check lists
- Chequeos de equipos hechos por personas con experiencia
- Paracaidistas y escuelas que siguen las normas en relación a los tipos y tamaños de campanas
- Planificación y preparación antes del embarque
- Saltos realizados solamente con buenas condiciones meteorológicas
- Pilotos responsables y con experiencia pilotando el avión
- Todos los paracaidistas con conocimiento de que hacer en el caso de emergencia en un avión
- Comunicación tierra-avión
- Se hacen briefings de preparación para las salidas y esta es ejecutada dependiendo de la modalidad del salto
- Los saltos en grupo siempre son realizados por personas con habilidades suficientes para que se hagan con seguridad.
- Los saltos de track son liderados por personas con experiencia
- La separación siempre es extremamente bien planeada y ejecutada
- Durante la apertura, los paracaidistas noveles, intermedios y expertos saben exactamente qué deben hacer para evitar colisiones.
- Todos los paracaidistas saben qué hacer en cualquier circunstancia de emergencia, ya sea en el avión, salida, caída libre, apertura, tráfico con la campana y aterrizaje. Si se presenta una situación de emergencia inesperada, el paracaidista sabrá exactamente que hacer sin tener que pensar.
- Durante el tráfico, todos los paracaidistas miran alrededor todo el tiempo de 5 en 5 segundos, localizando todos los paracaidistas que están en el aire.
- Todos los paracaidistas en el cielo son totalmente previsibles y solo hacen maniobras esperadas.
- Todos los paracaidistas conocen las reglas para evitar colisiones
- Todos los paracaidistas saben cómo crear distancia vertical entre los demás paracaidistas que están en el aire
- Los paracaidistas siempre hacen el padrón de trafico
- Las zonas de saltos tienen separadas y marcadas las zonas de aterrizaje según el nivel del paracaidista
- Los paracaidistas aterrizan con seguridad y de acuerdo a sus habilidades.

Esta pequeña lista sirve apenas para ilustrar cómo funcionan las barreras protectoras.
Si pensamos en una colisión de campana, que es un riesgo potencial en cada salto, podemos entender mejor como el modelo funciona:
Imagina que en una dropzone existen zonas de aterrizaje separadas para alumnos y tandem, para paracaidistas intermedios y para pilotos de campana. Imagínate que el responsable de seguridad es quién se encarga de informar a todos los paracaidistas visitantes sobre el funcionamiento de estas particularidades. Además, también es quien recuerda a todos que deben prestar atención al trafico durante el tiempo que están en el cielo, desde la apertura, y que todos deben hacer una navegación previsible con giros de hasta 90º, siempre que posible a la izquierda.
Todos son informados sobre el patrón de aterrizaje e se les indica que hagan una separación vertical desde la apertura, dejando que las campanas mas pequeñas pasen primero y las más grandes por ultimo. La separación de grupos en el embarque es hecha correctamente y la distancia entre ellos es respetada en la salida.
¡Listo! Se han establecido todas las capas de protección.

Pero, inadvertidamente, uno de los paracaidistas se equivoca con el patrón de aterrizaje y lo hace al revés. Aunque habiendo separación vertical, uno de ellos hace un giro brusco y pierde altura quedando al mismo nivel. No se están viendo el uno al otro y coincidentemente sus trayectorias se cruzan justo en el momento en que uno está casi tocando el suelo y el otro está haciendo el flare. O sea, los agujeros del queso suizo se alinean para provocar un accidente.
Muchas veces los fallos se alinean en las capas de defensa y nos quedamos expuestos al riesgo de un accidente. Por lo tanto, cuanto más aceptemos que el paracaidismo es un deporte de riesgo y que nuestra seguridad depende de toda una estructura deliberadamente montada para protegernos de los eventuales fallos del sistema, más seguro será el paracaidismo.
Sed un agente multiplicador y ayuda a crear una Conciencia Colectiva de Seguridad: obedece las normas, colabora con los responsables de la seguridad e instructores y estén atentos para evitar las brechas en las barreras de seguridad de alineen.
referencias: ricardopenttena.com – Modelo Queijo-Suíço no Paraquedismo