En la cultura popular, la herradura es uno de los talismanes más antiguos de la historia, un símbolo mágico capaz de protegerte del entorno, disipar dudas o conflictos, hasta conseguir deseos o atraer la buena fortuna… Ya en el paracaidismo, es un tipo de emergencia que se define por:

herradura.
(De enganchar)
- m. El pilotillo o la brida o los cordones se engancha/n a alguna parte del arnés, contenedor o el cuerpo y no sube.
En el manual de paracaidismo que estudiamos cuando empezamos el cuso AFF, está catalogada como una emergencia de alta velocidad, o sea, sigues cayendo con casi la misma velocidad que en caída libre. Una situación en la que tienes que reaccionar con calma pero rápidamente.
Nada hay de suerte verte en medio de una emergencia de este tipo (en realidad, de ninguna) sobre todo si se da en tu primer salto del curso de paracaidismo. Pero cuando empezamos a saltar, debemos ser conscientes de que cosas así pueden pasar y tenemos que estar preparados.
En este caso, la fortuna es, además de creer en la propia suerte, tener claro el procedimiento correcto que has estudiado y confiar en los conocimientos y profesionalidad de los instructores que saltan contigo.
Klara Branchadell [Skytime] es una paracaidista de 26 años que se graduó en 2016 y que vivió en primera persona, en su nivel 1 del curso, una emergencia de herradura. Desde el blog, he pedido a Klara que me contara su experiencia y como lo vivió entonces. Por sus palabras, estaba claro que eso no echaría para atrás su sueño de volar…
“Ahora lo veo en retrospectiva y entiendo que en aquel momento no pude hacer nada más, ¡era mi primer salto! Pero cuando aterricé ese día, no paraba de pensar por qué no había realizado el procedimiento de emergencia.
La verdad es que no me dio tiempo a reaccionar. Un segundo después de haber tirado del pilotillo, noté como se enganchaba fuerte a mi tobillo. Yo sabía que eso no era bueno, pero mi cerebro se quedó bloqueado. Notaba a mis dos instructores tirar de la brida y de mi zapatilla, di por hecho que ellos lo estaban solucionando.
Fueron apenas 8-10 segundos en los cuales yo no sabía ni donde estaba el suelo, ni yo. Di vueltas y notaba tirones, cuando me quise dar cuenta de lo que estaba pasando, el paracaídas de reserva ya estaba abierto sobre mi cabeza.
Miré abajo, tenía la zapatilla casi fuera del pie, y la bolsa con la campana principal colgando de mi tobillo derecho. Y de repente una voz en mi oreja: Willy me hablaba por la radio. Recuerdo que me indicó como aterrizar, y al llegar al suelo, me quedé tirada. No fui consciente de todo lo que había pasado hasta que lo vi en el vídeo. Entonces sí que tuve miedo…

«Pero como bien me dijo mi amigo Nacho: tienes dos opciones, o saltas otra vez o te vas a tu casa. Yo opté por la primera.”
Su instructor primario Willy Ramos también nos aportó su visión profesional, resaltando que de toda emergencia se aprende:
“Desde mi punto de vista, esta es la emergencia que se explica en el curso AFF pero que nunca se ve en directo, una herradura o pilotillo enganchado en pie, yo en 16 años de saltos nunca lo había visto en las DZ donde he estado y tampoco en los alumnos con los que he saltado.
Lo normal en esta emergencia es que el pilotillo se dé una vuelta al pie o a alguna parte del saltador, quedando levemente enganchado, y se suelte con un simple tirón y listo, y se abra la campana principal. En el caso del salto nivel 1 de Klara, el pilotillo no solo se enganchó o se dio una vuelta al pie, sino que se hizo un nudo completo sobre el (esto se ve en el video frame by frame), nudo que es imposible de percibir por nosotros en caída libre a esa velocidad.
Oscar, instructor secundario, intentó desenganchar el pilotillo tirando de él, ya que no había visto el video, poniendo toda su fuera sobre el, cuando salió despedido por la fuerza realizada y el cambio de posición posterior, supe que tenía que aferrarme a Klara como pudiera, no dejarla sola, y abrirle el reserva, sino se iría a la altura de apertura del cypress y hubiera sido peor.
Cuando Oscar salió despedido, yo me quedé enganchado y me metí debajo de ella para tirar de la anilla del reserva y abrir el paracaídas de reserva. Estábamos ya a 3000 pies y pensé que no me daría tiempo a liberar y abrir el reserva, así que opté por solo abrir el reserva.
He de decir, que el procedimiento correcto de los instructores ante una herradura, que no se libera con un simple tirón, ha de ser, liberar la campana del alumno y abrir el reserva. Procedimiento que debe hacer el alumno, después de intentar quitarse el enganchón, pero que si no lo hace lo debemos hacer nosotros. Siempre se aprende de una emergencia y este debe ser nuestro aprendizaje.
Off Record:
Me alegro que no pasara nada más grave y que Klara haya seguido saltando con normalidad, con un tatoo en el pie que le recuerda ese día, ya que le quedó una pequeña marca del nudo de la brida del pilotillo 😉
Cada vídeo y testimonio de este tipo deberían difundirse para que todos podamos aprender más. Felizmente no tenemos que lamentar nada, y la experiencia de Klara, que hoy tiene ya muchos saltos, al fin sí que fue una suerte para todos que, hoy hemos aprendido algo que puede hacer nuestros saltos más seguros.
Las emergencias existen y nos puede pasar a cualquiera, con 1 o 10000 saltos, por eso es importante estar al día, reciclarse y mantener los conocimientos activos repasándolos cada vez antes de saltar. El Safety Day está a la vuelta de la esquina y es la mejor ocasión para eso.
Nunca pasa nada… hasta que pasa ¿estás preparado?