Hambre de Adrenalina

¿Alguna vez te has preguntado porque puedes estar todo el día en la zona de saltos o en túnel bebiendo casi todas las bebidas energéticas y comiendo barritas de proteína, pero… tan pronto como bajas el ritmo de la actividad, sientes como hay un agujero en tu estomago?

Así que te tiras de cabeza a devorar la primera comida basura que tienes delante. ¿Alguna vez has pensando que razones hay por detrás de estos atracones al final del día?

Qué hacer con los efectos de la adrenalina sobre el apetito y la elección de la comida

Adrenalina, ¡oh, cómo nos encanta esa sensación! Como una gota de aliento consciente, el miedo se convierte en excitación y ¡allá vamos!

Como deportistas de acción, conocemos bien la sensación de la adrenalina, ese momento perfecto cuando las habilidades y el desafío están en el clímax y eres capaz de relajarte frente al estrés y entonces se produce la magia:

Aprendizaje rápido, motivación, total concentración y toma de decisiones en completa conexión ¡todo fluye y te sientes increíble! De ahí nace el hambre por la adrenalina y nos planteamos y buscamos referencias en ello de lo que para nosotros es sentirse bien.

Nos acostumbramos con este sentimiento, tanto, que después de un tiempo dejamos de sentirlo con la misma intensidad a menos que el desafío percibido sea más grande de lo habitual. Sin embargo, este efecto en los sistemas de respuesta al estrés de nuestro cuerpo es el mismo y si no ponemos atención puede que eventualmente se convierta en una limitación importante para el rendimiento y la salud del deportista.

Miremos a ver que hay debajo…

La adrenalina es un neurotransmisor hormonal que se libera desde las glándulas suprarrenales y algunas neuronas en respuesta al estrés y que te hace sentir acelerado y en estado de alerta.

Ya sea porque mires el punto de salida desde el avión, tengas malos hábitos alimentares, tengas preocupaciones con el dinero o te encuentres en un atasco, estos son factores que producen estrés.

Probablemente hayas escuchado sobre el mecanismo de respuesta de Fight o Flight [pelea o vuela] en el que nuestro organismo nos envía un mensaje de supervivencia que, ante el estrés, nos dice que corramos hacia las colinas o nos quedemos a luchar (este sistema de defensa lo descubrió el Dr. Walter Bradford Cannon).

La adrenalina es una de las hormonas involucradas en este mecanismo de respuesta juntamente con el cortisol, también conocido como la “hormona del estrés”. Como deportistas de acción, activamos la respuesta Fight o Flight constantemente, afectando el cuerpo y la mente.

¡La gestión de este mecanismo de respuesta es importante y debe ser una prioridad! ¿Cómo? Con técnicas de alimentación y relajación.

La comida es la base…

La respuesta al estrés afecta directamente al apetito y a la regulación del azúcar en la sangre a través del sistema nervioso, las hormonas del estrés y la insulina. Mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre es vital para la vida y para cualquier evento extremo que desencadene en una respuesta al estrés.

Un nivel alto de azúcar puede hacerte rebotar por las paredes y son crónicos, y puede provocar muchos problemas de salud, incluido la diabetes. Al otro extremo, tener una bajo nivel de azúcar en la sangre (hipoglucemia) puedes pasar de estar débil a llegar a ser fatal si no lo remedias.

Cuando tus niveles de azúcar están bajos, te sientes fatigado, aumenta tu frustración, tienes dificultad para concéntrate y problemas para comunicarte. Decidir algo tan simple como qué comer se vuelve incluso difícil, se te nubla el cerebro, ocurren cambios visuales y existe un mayor riesgo de visón de túnel cuando el nivel de azúcar en la sangre está disminuyendo.

Los mayores problemas que se escuchan de los deportistas de acción son cómo gestionar los niveles de energía, el enfoque y el equilibrio de las actividades extremas en el tiempo de inactividad. Dos de los principales culpables son los hábitos alimentares disfuncionales (elegir alimentos insuficientes o deficientes) y una respuesta al estrés no controlada (subirte a la ola de la adrenalina).

¿Alguna vez intentaste comer cuando tenías la adrenalina a tope?

¿Alguna vez intentaste comer cuando tenías la adrenalina a tope? No resulta buena esa masa seca dentro de tu boca ¿verdad? Tu cuerpo puede tener literalmente una reacción de repulsión cuando intentas comer algo durante la pelea o el vuelo. Si al final consigues tragar la comida, es probable que termines con dolores estomacales y dolor de cabeza.

La adrenalina suprime el apetito, ralentiza o incluso detiene la digestión y causa un efecto hormonal y metabólico en cascada para movilizar la glucosa y los ácidos grasos en la sangre, haciendo que toda la energía esté disponible para la lucha o el vuelo. Usas esta energía disponible cuando vuelas y el cortisol da señales para reponer rápidamente las pérdidas que experimentas como antojos de azúcar y salado.

¡Tu cuerpo está desesperado por glucosa y lo asocia con el azúcar y carbohidratos refinados como los bollos, pizzas y comida basura! El azúcar, como la adrenalina, también tiene un efecto poderoso sobre los químicos de recompensa del cerebro, dándonos esa sensación de sentirnos bien ¿empiezas a ver porque vas directamente a las bebidas energéticas como una solución rápida entre vuelo y vuelo?

Haz esto durante todo un día de saltos o un camp en el túnel de viento y al final tus células carecerán de energía, tu capacidad de concertación y toma de decisiones se reducirán y las tasas de lesiones aumentaran, lo que no es una buena combinación para los deportes de riesgo.

Al final estarás acabado, con los labios agrietados, los ojos rojos y con dolor de cabeza. Y eso no tiene nada que ver con tu fuerza de voluntad ni con las ganas que tienes de seguir avanzando en lo que amas, sino que todo eso vuelve loca la química de tu cuerpo, influenciando en tus decisiones.

Si este tipo de situación se prolonga por un tiempo, puedes empezar a tener importantes problemas en tu metabolismo como indigestión, gases, hinchazón, aumento o pérdida de peso, grasa abdominal persistente y erupciones en la piel, solo los nombrar algunos síntomas. 

Escenario…

Estás en un camp de túnel de viento después de haber dormido solamente 5 horas y habiendo comido lo que había disponible a la 1 a.m. cuando llegaste. Te vienes arriba, te tomas 2 cafés y listo para la acción. Super emocionado por aprender algunas habilidades locas de tu coaching favorito, vuelas 30 minutos y empiezas a sentir algo de hambre, pero tu próxima entrada es en seguida y no te da tiempo a comer.

Entonces, te tomas una bebida energética, un poco de agua y comes alguna barrita de proteína o algo de fruta. Ya han pasado algunas horas y tu concentración empieza a menguar, cometes errores en cosas que normalmente haces bien y tu frustración aumenta y te pones nervioso. Tu coaching te llama a descansar.

Estas muerto de hambre ¿Comes cualquier cosa o alguna comida basura? Tienes un receso de 3 horas, así que comes una hamburguesa, patatas fritas y refrescos y sigues socializando con la gente y subiendo fotos al Instagram. En aproximadamente una hora más o menos te estarás quedando dormido encima de la bolsa de patatas… ¡es solo una siesta rápida! Una vez más, sintiéndote aun un poco out, te tomas otro café, echas un cigarro o bebes otra bebida energética, te frotas los ojos y ¡listo para volar!

Al final del día, tu tendinitis ha empeorado, los músculos están tensos y estás agotado… Pero es hora de tomar cervezas, comer pizza, dormir y repetir.

Si haces esto con regularidad, además de todos los factores estresantes de la vida diaria, estarás creando un ciclo de estrés crónico, con una alimentación desordenada alimentada por la adrenalina.

La tormenta perfecta de adrenalina, la falta de calorías de calidad y el uso de estimulantes como el café y los aditivos polvos blancos (azúcar y productos de harina blanca) son igual a no tener apetito y luego tener cero control a la hora de devorar un paquete de galletas.

Los carbohidratos refinados  aumentan el nivel de azúcar en la sangre, lo que equivale a una inmersión en energía.

¡Estas oficialmente en la montaña rusa energética! Es posible que te estés preparando para tu próximo salto antes de caer en picado pero la adrenalina salvará el día, pero no tu salud.

La mala nutrición amplifica los efectos dañinos de la respuesta al estrés y esta acción prolongada puede causar cambios en la química cerebral que alteran tu felicidad y contribuyen a la ansiedad, depresión, adicciones y fatiga suprarrenal: una condición donde las glándulas suprarrenales están literalmente fatigadas y ya no producen suficiente hormonas cortisol, lo que cauda estragos en toda tu vida, no solo en los niveles de energía.

Controlar los niveles de azúcar en la sangre y la respuesta al estrés con las prácticas de alimentación y relajación es esencial para un deportista de acción ya que contrarresta los efectos dañinos de vivir nuestras pasiones. No vamos a dejar de hacer lo que amamos ¡sería una locura! Afortunadamente la solución es bien simples ¡la trampa la haces tú mismo!

7 Consejos para controlar la montaña rusa de energía

  1. Priorizar: consume alimentos de calidad para que tu cuerpo no se estrese por la falta de buenas calorías.
  2. Utiliza fuentes de energía de calidad: verduras, nueces, semillas, granos, legumbres, cereales integrales.
  3. Utiliza combos de fibra vegetal y proteína para ayudar a estabilizar el azúcar en la sangre, por ejemplo: hummus y zanahorias.
  4. Lleva siempre contigo una bolsa con refrescos energéticos caseros, frutos secos y vegetales.
  5. Evita los estimulantes para el desayuno: café y productos azucarados.
  6. Come una comida mixta de proteínas vegetales, grasas y carbohidratos de calidad en el desayuno.
  7.  Utiliza las prácticas de mindfulness y respiración para calmar el sistema nervioso y la respuesta al estrés.

La adrenalina es un químico de recompensa, cuando se le da el ambiente adecuado, puede llevarte a una oleada de química de recompensa y sensaciones placenteras que pueden volverse muy adictivas. Si no eres consciente de ello, es bastante normal que empieces a buscar de forma inconsciente otras formas de obtener los mismos sentimientos de adrenalina en la vida cotidiana, así que usamos el café, polvos blancos adictivos y otros estimulantes para obtener este chute de energía.

El conocimiento activo y la toma de mejores decisiones en torno a los alimentos y prácticas de un estilo de vida que satisfagan estas necesidades pueden mejorar tu rendimiento dentro y fuera del flujo de aire.

Tomar medidas para ayudar a estabilizar tus niveles de azúcar en la sangre puede mejorar rápidamente tus niveles de energía, tu enfoque y los comportamientos extremos en el tiempo de inactividad. Al mismo tiempo, reduce la necesidad de otros estimulantes para reemplazar la adrenalina.

La respuesta al estrés es un magnifico sistema de supervivencia que literalmente puede salvar tu vida, pero si no se maneja bien puede destruir tu salud. 

Curiosamente, este es el mismo sistema que en conjunto con otros sistemas de nuestro organismo, produce la respuesta de relajación que nos prepara el escenario para un rendimiento máximo en todas las áreas de la vida.

referencias: Lucie Charping, Peak Performance Health Coach

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